Los sectores de la banca y la energía son agentes clave ante los desafíos sociales para las empresas y la sociedad dada su capacidad para contagiar a otros sectores. Las cifras hablan por sí solas. En 2025 la inversión en activos ESG alcanzará los 50 trillones de dólares, según un informe de Bloomberg. Y el objetivo sería invertir 275 billones de dólares en 30 años, lo que representa el 8% del PIB cada año. En esta línea, en la COP27 celebrada en Egipto se estimaba que es necesaria una inversión de entre 4 y 6 billones de dólares al año para la transformación mundial hacia una economía baja en emisiones de carbono. Y aquí, tanto la banca como las empresas energéticas tienen mucho que aportar.
El reto al que se enfrentan ambos sectores es el de conseguir un cambio sistémico a través de diferentes acciones para que las empresas y las compañías se transformen
El reto al que se enfrentan ambos sectores es el de conseguir un cambio sistémico a través de diferentes acciones para que las empresas y las compañías se transformen. Donde se potencie la colaboración de distintos actores públicos y privados y donde se piense en la cocreación más que en la competencia. El punto de partida se centra en la concienciación, tanto a nivel individual de las personas, como del sector público o la sociedad y las empresas en general. Después, en la celeridad, pero sin caer en una urgencia que pueda provocar tensiones o sobrecostes. Y, por último, en el papel de la tecnología desde un punto de vista amplio en el que se promuevan las que existen en la actualidad mientras se apuesta por las que se están desarrollando para el futuro. Aunque se comparten objetivos, cada sector afronta estos retos de manera diferenciada y con estrategias propias. Por su parte, BBVA como ejemplo de la banca, está apostando por alcanzar las 0 emisiones financiadas, reduciendo su participación en aquellos sectores más intensivos en cuanto a estas emisiones, y en centrar su crédito en opciones relacionadas con el cambio climático o con el impacto social en todas las escalas.
Se busca la colaboración entre lo público y lo privado para llevar a cabo proyectos que tengan un impacto medioambiental y social