Antes de la COVID-19 ya se analizaba el impacto de la salud mental y el bienestar en el empleo, pero la pandemia ha incrementado la importancia de estos aspectos.
Existen varios estudios con datos muy reveladores sobre la salud mental. Según el “State of the Global Workplace: 2022 Report” de Gallup, se ha alcanzado el récord de trabajadores que sienten estrés, hasta un 44%. Por otra parte, en la reunión anual del World Economic Forum 2022 se puso de manifiesto que prácticamente la mitad de los empleados siente sobrecarga mental, según un estudio de JLL. Es más, en redes sociales profesionales ya se encuentran más de 4.000 responsables de felicidad de equipos en diferentes empresas.
Los datos indican que el 40% de los casos relacionados con el estrés, la ansiedad y la depresión o hasta el 70% de las adicciones las provoca el trabajo.
Con esta información, se puede decir que el trabajo puede ser una gran fuente de felicidad o de insatisfacciones de nuestra vida, como indica M.ª Jesús Álava, experta en salud mental y especialista en coaching ejecutivo. Bajo su dirección se han realizado diversos estudios al respecto y los datos revelan una gran diferencia de género y la estrecha relación entre salud mental y trabajo. De cada cuatro personas que sufren depresión tres son mujeres y una es un hombre; de cada tres que padecen ansiedad, dos son mujeres y solo una es un hombre. Además, los datos indican que el 40% de los casos relacionados con el estrés, la ansiedad y la depresión o hasta el 70% de las adicciones las provoca el trabajo. En otra línea de investigación se observa que la felicidad aporta motivación y es productiva, por lo que una persona que está bien reduce su tasa de absentismo. Es más, se observa que en aquellas empresas donde se encuentra un mayor bienestar emocional, los empleados cometen menos errores y son personas más creativas a la hora de desempeñar su función, entre otras ventajas. Por ello, es conveniente que la compañía intente retener este tipo de trabajadores.
La felicidad aporta motivación y es productiva, por lo que una persona que está bien reduce su tasa de absentismo